La elección y el cuidado de las semillas son factores cruciales para el éxito de cualquier explotación agrícola. Son la base de un buen desarrollo inicial del cultivo.
En este artículo, examinaremos las modernas tecnologías de tratamiento y la importancia de elegir semillas con alto vigor germinativo, así como las ventajas de adoptar prácticas para proteger las semillas, desde el tratamiento hasta el campo.
¿Por qué es esencial proteger las semillas?
Las semillas son la base de cualquier cultivo y representan el inicio de todo el ciclo agrícola. Proteger las semillas es uno de los pasos esenciales que las ayuda a germinar en buenas condiciones, a enfrentarse al medio ambiente y a alcanzar la fase de desarrollo necesaria para una cosecha satisfactoria. Sin una protección adecuada, las semillas quedan expuestas a una serie de desafíos, como plagas, enfermedades, humedad excesiva o sequía, factores todos ellos que pueden poner en peligro la cosecha.
Para obtener una cosecha de alta calidad, es crucial elegir semillas con un vigor y una germinación elevados, que garanticen el desarrollo de plantas uniformes y robustas. Además, el uso de semillas tratadas es fundamental, ya que permite a las plantas afrontar las fases iniciales de crecimiento con mayor seguridad. Esto ayuda a que las plantas lleguen al punto de cosecha en condiciones favorables.
¿Qué es el tratamiento de semillas?
El tratamiento de semillas es una tecnología avanzada desarrollada para el sector agrícola con el fin de reforzar y proteger las semillas contra plagas y enfermedades. Este proceso consiste en la aplicación de productos fitosanitarios como fungicidas, insecticidas y otros agentes protectores que permiten a las semillas germinar y desarrollarse en condiciones más seguras, enfrentándose a una menor interferencia de agentes externos que podrían poner en peligro su establecimiento inicial.
Componentes esenciales del tratamiento de semillas
Una de las técnicas utilizadas en el tratamiento de semillas es la tecnología de recubrimiento pelicular, compuesta por polímeros y polvos secantes. Esta tecnología consiste en aplicar una película fina y uniforme alrededor de las semillas. Esta capa protectora mejora la adherencia de los productos aplicados, aumentando la eficacia del tratamiento. Además, el Film Coating reduce la formación de polvo, facilita la manipulación mejorando la fluidez y la siembra de las semillas tratadas. Vea a continuación ejemplos de estos productos:
Gama de polímeros LabFix
La línea de polímeros LabFix® es una de las principales características del tratamiento de semillas y se ha desarrollado para proporcionar una mayor adherencia de los productos de protección a la semilla. Los polímeros forman una película uniforme alrededor de la semilla, lo que aumenta la resistencia a la abrasión y la adherencia de los productos, evitando pérdidas por lixiviación y mejorando el rendimiento de la siembra. Con esta capa protectora, el agricultor puede manipular las semillas y realizar la siembra con menos pérdidas de la película de tratamiento, lo que garantiza que los productos aplicados, como fungicidas e insecticidas, permanezcan activos y protejan las semillas durante más tiempo.
LabSec® Polvo Secante
Otro componente esencial en el tratamiento de semillas es el polvo secante LabSec®, que ayuda a secar el jarabe de tratamiento y mejora la fluidez de las semillas, contribuyendo a una mejor singulación durante la siembra y reduciendo la aparición de semillas dobles o fallos.
Ventajas de proteger las semillas con tratamientos modernos
Proteger las semillas con tratamientos modernos ofrece varias ventajas que repercuten directamente en el establecimiento del cultivo. A continuación se indican algunos de los principales beneficios para los agricultores que adoptan estas prácticas.
1. mayor tasa de germinación y vigor de la planta
Las semillas bien protegidas tienen más probabilidades de germinar y desarrollar plantas vigorosas. El tratamiento con polímeros y polvos secantes ayuda a preservar la calidad del tratamiento de las semillas y a evitar que factores externos afecten negativamente a su desarrollo.
2. Reducir las pérdidas en el campo
La aplicación de fungicidas, insecticidas y polímeros reduce la vulnerabilidad de las semillas a enfermedades y plagas en las primeras fases, cuando las plantas aún son más susceptibles. Esto reduce la necesidad de replantar, ahorrando recursos y aumentando la eficacia del proceso de cultivo.
3. Ahorro de insumos y tiempo
Con el tratamiento adecuado, los agricultores pueden reducir el uso de pesticidas y otros insumos en el campo, puesto que las semillas ya están protegidas para el inicio del establecimiento del cultivo. Esto ahorra tiempo y dinero, además de contribuir a una agricultura más sostenible y menos dependiente de los productos químicos.
4. Plantación más uniforme y cosecha de alta calidad
Actualmente, las formulaciones de polímeros LabFix® y los polvos de secado LabSec® incorporan aditivos de flujo y lubricantes en su composición, que proporcionan una siembra más uniforme, con menos riesgo de fallos o de semillas dobles. Esto se traduce en un cultivo homogéneo, con plantas que crecen de forma más equilibrada, lo que se traduce en una cosecha de mayor calidad.
Almacenamiento adecuado para proteger las semillas
Además del tratamiento, es importante tener en cuenta el almacenamiento de las semillas para garantizar su protección antes de la siembra. Las semillas deben almacenarse en lugares con controles de temperatura y humedad para evitar su deterioro. Los entornos con temperaturas o humedad elevadas, por ejemplo, pueden poner en peligro la viabilidad de las semillas.
Otros consejos para proteger las semillas
Para que el tratamiento y la protección de las semillas sean eficaces, es importante evitar errores que puedan poner en peligro la calidad de las semillas y la productividad de los cultivos.
Tratamiento adecuado: ignorar el tratamiento de las semillas con fungicidas, insecticidas, polímeros y polvos secantes expone a las semillas a una serie de riesgos. Invertir en productos de calidad, como los que ofrece la gama LabFix® y LabSec®, garantiza una protección más completa.
Aplicación asertiva: La aplicación de los productos debe respetar las recomendaciones de dosificación descritas para cada producto.
Infraestructura de tratamiento: Para llevar a cabo el tratamiento, se necesitan equipos específicos desarrollados para el proceso que garanticen una mejor aplicación, distribución y homogeneización de todos los productos en la superficie de las semillas sin dañarlas.
Seguridad y profesionales formados: El tratamiento de semillas debe realizarse siempre utilizando los EPIs necesarios para garantizar la seguridad de los trabajadores, además de ser una práctica que debe ser realizada por profesionales debidamente cualificados y formados para la operación, siendo imprescindible contar con el campo de un ingeniero agrónomo o técnico agrícola.